Carta de la Presidenta
IMADEL, o Instituto Marroquí de Desarrollo Local, se creó en 2010 como resultado de una colaboración entre la Diputación de Barcelona y la Asociación Ennakhil de Marrakech. Su principal objetivo es fortalecer los órganos electos locales en Marruecos, ampliar la participación política de las mujeres y ayudar a crear un entorno democrático, igualitario y equitativo en las administraciones públicas y entre los representantes electos.
IMADEL se define como una asociación que trabaja para reforzar la capacidad de las autoridades locales. De hecho, los numerosos y enriquecedores intercambios con los municipios españoles les permiten desarrollar sus competencias y adoptar buenas prácticas en diversos ámbitos (cómo gestionar los centros sociales, el urbanismo, el apoyo a la sociedad civil, etc.).
Nos dirigimos principalmente a los municipios marroquíes que presentan características similares a los españoles (misma demografía, mismo contexto geográfico, económico y cultural, etc.), y nos centramos especialmente en el apoyo a las mujeres electas a nivel local.
La igualdad y la equidad de género y la representación justa de las mujeres a nivel electoral e institucional son nuestros principales objetivos. Así pues, nuestro planteamiento tiene una dimensión transversal y se atiene a las normas internacionales de derechos humanos. Su objetivo es reducir las disparidades entre hombres y mujeres ofreciéndoles al mismo tiempo una vida digna, lo que requiere un trabajo continuo para facilitar la realización de acciones que puedan garantizar un cambio real.
Sin embargo, es necesario formar a los cargos electos locales para que puedan evolucionar en las condiciones adecuadas, luchar por la integración del principio de igualdad de género en los marcos de referencia y, por último, desarrollar mecanismos institucionales que permitan a las mujeres beneficiarse de los mismos derechos que los hombres.
Nuestro trabajo se hace entonces más difícil, y consiste en reforzar las competencias institucionales de los cargos electos y del personal de los municipios, mediante la formación y el apoyo para que puedan hacer frente a todo tipo de problemas que sufren las mujeres (violencia, exclusión, marginación, acoso sexual en el espacio público, etc.).
También hay que señalar que ciertas mujeres marroquíes, sobre todo las que viven en zonas rurales o en barrios urbanos marginales, viven en condiciones críticas y son las más afectadas por el desempleo y la pobreza.
Recientemente, un estudio sobre el impacto de la pandemia de Covid-19 en las mujeres de Marruecos ha puesto en evidencia la crítica situación socioeconómica de más de 230.000 mujeres que perdieron sus ingresos durante este periodo de crisis sanitaria.
Por último, siempre nos aseguraremos de que los municipios y las regiones participen en nuestro planteamiento, y de que apoyen a la sociedad civil en sus esfuerzos.